Materia principal: llegan a la venta el Cautivo y Zoraida; don
Quijote da la primera mitad de su discurso de las armas y las letras:
- Este capítulo tiene cierta complejidad; en él hay cinco partes:
- Sancho conversa con su amo con tristeza y desengaño.
- Los amigos de don Quijote deciden seguir con el proyecto de llevar
a don Quijote a casa: don Fernando decide que Dorotea (su «princesa» ahora)
va a mantener la farsa de hacerse pasar por la reina Micomicona (recordar la etimología
del nombre).
- Llegan a la venta el Cautivo y una mujer musulmana.
- Se sientan todos para cenar juntos (recordar quiénes están en la venta).
- Don Quijote pronuncia un discurso durante la cena.
- Empieza el capítulo en un ambiente de suma felicidad.
- La ventera está contenta porque el cura y Cardenio van a pagarle
los daños causados por don Qujxote. ¿Por qué no paga
don Fernando, el más rico con creces?
- Hay múltiples transformaciones:
- Micomicona vuelve a ser Dorotea.
- Y luego Dorotea vuelve a ser Micomicona de nuevo.
- El gigante (el seductor) vuelve a ser don Fernando.
- El castillo vuelve a ser venta.
- Y luego la venta vuelve a ser un lugar encantado.
- Zoraida se vuelve en María.
- Dorotea dice que le debe su felicidad a don Quijote—¡un transformador de suertes!
- Un (ex-)cautivo español (el Cautivo) y una mujer vestida a la mora entran en la venta.
- Entran algo disfrazados éstos también ya que están extrañamente
ataviados.
- Representan la «otredad» superficial y la identidad castiza
española de la edad áurea por dentro. (¡Ojo! Muchos
críticos—Anne J. Cruz, María Antonia Garcés,
et al—ven la otredad a secas, no la otredad superficial tal como la veo
yo.)
- El Cautivo
- Tiene cosa de 40 años.
- Es robusto.
- Es moreno.
- Tiene bigotes y barba.
- El caballeresco.
- Es soldado.
- Está vestido como un «cristiano recién venido
de tierra de moros».
- La mora
- Viste a la morisca.
- Viene embozada.
- Es bellísima, la más hermosa de todas las mujeres de
Don Quijote según el texto mismo.
- Habla árabe.
- Es musulmana con deseos de convertirse a cristiana; es decir, de renegar la
religión paterna.
- Quiere cambiar su nombre de Zoraida a María (¿como
don Quijote, quien cambia su nombre?)
- Una criada le instruyó en la religión católica
española (i.e., cristiana).
- Todos se sientan a una mesa larga para cenar y escuchar el discurso
de las armas y las letras de don Quijote—según instrucciones
de don Fernando.
- Véase abajo para el asiento en el cual se sienta cada uno.
- Se estructura el discurso en dos mitades, la primera en este capítulo
y la segunda en el
próximo capítulo.
- En este capítulo se divide la primera mitad en tres partes; a
saber:
- Parte A: la introducción
- Don Quijote va a medir el valor de las dos profesiones (armas o letras) en la
balanza del peligro que enfrenta cada una.
- La profesión de las armas une a los trabajos del cuerpo
con los del espíritu, según don Quijote.
- Parte B: los trabajos del espíritu contrastados.
- La meta de las letras es el derecho, las leyes, la justicia.
- La meta de las armas es la paz.
- La meta de la guerra es la paz.
- Parte C: los trabajos del cuerpo contrastados.
- Los trabajos de los estudiantes (i.e., los letrados, los jueces) son la
pobreza y el hambre.
- (Hay una breve pausa durante la cual el narrador dice que a
la comitiva don Quijote le parece cuerdo, racional y sano.)
- El mayor trabajo, reanundando el discurso don Quijote, del soldado es la muerte.
- Fin de la primera parte del discurso.
Notas:
- Don Quijote sigue pensando que la venta está encantada. Él
ve metamorfosis y transformaciones (p. ej., la venta = un castillo; una campesina
= una reina; etcétera). Pero es cierto que de veras ocurren grandes
transformaciones en la venta. Entonces, ¿no debemos pensar que Cervantes
haya creado un locus amoenus realmente o aparentemente encantado?
- En este capítulo las veras se vuelven burlas y las burlas se vuelven
veras; p. ej., Dorotea: «la misma que ayer fui me soy hoy» (Lathrop,
I, 307, l. 25); Dorotea: «yo creo que si por vos, señor, no fuera,
jamás acertara a tener la ventura que tengo, y en esto digo tanta verdad
como son buenos testigos della los más destos señores que están
presentes» (Lathrop, I, 307, ll. 32 - 35).
- Se destaca el relativismo cultural y lingüístico en este capítulo
y se admite el relativismo cultural en términos de la belleza femenina
(i.e., la mora es posiblemente más hermosa que las ya cristianas—y sumamente hermosas—Dorotea
y Luscinda).
- En su discurso, don Quijote se vale del arquetípico razonamiento
del renacimiento cristiano al decir que el fin de las armas es la paz y que
ésta es el mayor bien del humanismo y de la humanidad.
- Para el discurso de don Quijote se sientan a la mesa según esta
figura:
- ¿Cómo se explica el plan según el cual los personajes
se colocan en la mesa? Por ejemplo, ¿por qué encabeza la mesa
don Quijote y no don Fernando, este último siendo el más poderoso en la realidad?
¿Por qué es una mesa cuadrangular y no redonda? ¿Por
qué se sientan el cura y el barbero por el lado de las mujeres?
- El valor más alto, el valor indiscutible sobre el cual desarrolla
su razonamiento don Quijote es una idea radicalmente cristiana. Don Quijote
cita la canción de los ángeles que anuncian el nacimiento de
Jesucristo, pero, como dice Lathrop, don Quijote no cita bien (S. Lucas 2:14).
Además se refiere a otro versículo en que Jesucristo manda que
sus discípulos entren en una casa sembrando la paz (S. Lucas 10:5).
En el capítulo anterior (el capítulo
36 <=) cuestionamos la identidad cristiana de don Fernando, pero ahora
don Quijote basa su identidad profesional en una idea que él toma de
Jesucristo. Si hay alguna relación, ¿cuál es?
- Para una consecuencia de las ideas quijotescas sobre las armas y las letras
véase el capítulo
53 => de la Parte II (1615).
- Miguel Rep nos da esta ilustración de don Quijote hablando largo y tendido a los comensales:
Capítulo 38: |
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