Idea principal: una aventura de Rocinante con los «yangüeses»
NOTA INICIAL: Este capítulo se compone de dos partes: (a) la
yeguas cordobesas y los arrieros gallegos que atacan a Rocinante, don Quijote
y Sancho; (b) el diálogo entre estos últimos.
- Empieza la supuesta Tercera Parte del ingenioso hidalgo don Quijote
de la Mancha (esto se refiere a la ficticias cuatro partes de la Parte I de 1605).
- El manuscrito árabe
- Empieza el capítulo con la presencia de Cide Hamete Benengeli,
el autor supuestamente mentiroso y árabe.
- Rocinante quiere refocilarse con unas «señoras facas gallegas».
- Rocinante siente y trata de expresar sus nada platónicos deseos sexuales y «amorosos».
- Las hacas no le corresponden el «amor» a Rocinante.
- Rocinante, don Quijote y Sancho quedan molidos por unos gallegos.
- Don Quijote y Sancho Panza dialogan sobre la imitación de Amadís
de Gaula (y su gran antagonista Arcaláus el encantador).
- Hablan de las leyes de la caballería y la mala suerte.
- Sancho le pide «dos tragos de aquella bebida del feo Blas»
(i.e., el bálsamo de Fierabrás, al cual su amo acaba de referirse; véase: el =>el
capítulo 17).
- Al final de este capítulo, don Quijote y Sancho, al llegar a un camino
real ven lo que a Sancho le parece una venta, pero a don Quijote le parece
que el mismo edificio es un castillo. Así dice el texto:
«Y la suerte, que sus cosas de bien en mejor iba guiando, aún
no hubo andado una pequeña legua, cuando le deparó el camino,
en el cual descubrió una venta que, a pesar suyo y gusto de don Quijote,
había de ser castillo.» (Juan de la Cuesta, 110).
- NOTAS:
- Sucede que los arrieros son gallegos, no yangüeses. ¿Un
error de Cervantes? Es curioso notar que, en su traducción inglesa,
Edith Grossman insiste en que se trata de Yanguas y Yanguesans.
- La aventura de Rocinante y el desafortunado resultado para Rocinante,
don Quijote y Sancho es una divertidísima parodia del tema del
amor no correspondido que se ve en la novela intercalada de Marcela y
Grisóstomo.
- Sancho Panza se define como una persona pacífica por segunda
vez (Lathrop, I, 107, l. 17: «yo soy hombre pacífico»).
- Arcaláus el encantador es el gran enemigo de Amadís en
los cinco libros de Amadís de Gaula. En cuanto a los 200
azotes sufridos por Amadís, no ocurre tal cosa en la obra de Rodríguez de Montalvo;
se trata de una invención por parte de don Quijote (o ¿la mala memoria de parte de Cervantes? Lo demás
que dice don Quijote acerca de tantos acontecimiento inverosímiles
son invenciones de don Quijote y/o parodia cómica del narrador/Cervantes o, ahora, Cide Hamete Benengeli.
Sin embargo, lo que se dice de Beltenebros (Lathrop, I, 110, l. 19) ocurre
en Amadís de Gaula, I, cap. 48 en adelante. Para más
de este tema en Don Quijote, véase: =>
el capítulo 25.
- A propósito del inventado «autor arábigo» del Quijote, también Amadís de Gaula tiene un «autor» espúreo o fingido, Helisabad, quien es griego en vez de árabe.
- Para visitar un verdadero castillo en la provincia de Cuenca no muy
lejos de donde están los molinos de viento de Campo de Criptana,
favor de pulsar en la siguiente imagen:
Capítulo 16: |
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